El 8 de marzo se celebra desde hace más de 100 años. En aquel entonces las reclamaciones eran el derecho a votar, a ocupar cargos públicos, a trabajar, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.
100 años después vivimos en una sociedad en la que la igualdad formal existe, aunque la igualdad real esté todavía lejos.
Hoy en día las mujeres, por el hecho de ser mujeres, siguen sufriendo discriminación laboral, brecha salarial, techo de cristal y violencia machista.
Hoy en día nuestros hijos e hijas siguen recibiendo mensajes basados en los estereotipos, en lo que cada uno debe y no debe hacer dependiendo de su género.
Ayudemos a que nuestros hijos e hijas se desarrollen con plena libertad, revisemos nuestros propios estereotipos, trabajemos cada día por una sociedad realmente menos sexista y más igualitaria.
Todos los días son 8 de marzo.